La belleza del mundo

Acá va un fragmento que recitan al final de la película Belleza Americana, que algunos ya saben que me encanta. A ver si lo comparten conmigo:

“I guess I could be pretty pissed off about what happened to me
But it's hard to stay mad when there's so much beauty in the world
Sometimes I feel like I'm seeing it all at once, and it's too much
My heart fills up like a balloon that's about to burst
And then I remember... to relax, and not try to hold on to it
And then it flows through me like rain
And I can't feel anything but gratitude for every single moment of my stupid little life
You have no idea what I'm talking about, I'm sure
Don't worry... you will someday”


Acá, la traducción:

“Es difícil estar enojado cuando hay tanta belleza en el mundo
A veces siento que estoy viendo todo a la vez, y es demasiado
Mi corazón se infla como un globo a punto de reventar
Y entonces me acuerdo… de relajarme, y no tratar de aferrarme a ella
Y entonces fluye a través de mí como lluvia
Y no puedo sentir más que gratitud por cada momento de mi vidita estúpida”


¿Alguna vez les pasó eso? ¿Sentirse agobiado por la cantidad de cosas lindas, divertidas, interesantes, placenteras, vivificantes que de golpe te diste cuenta que pasaban tan cerca tuyo? ¿Cosas que, tal vez, pasan todos los días, pero solo ahora, en este instante único, las pudiste apreciar y sentir como tales? Si la respuesta es no, capaz deberían abrir un poco más los ojos… o el corazón.

A mí cada vez me pasa más seguido, y a veces siento que voy a explotar literalmente, físicamente. El mundo original con su naturaleza ya es de una hermosura increíble, con sus colores, formas, texturas, olores, sonidos y movimientos. Los humanos –además de destruirlo- le añadimos otras bellezas también extraordinarias. Y no me refiero solo a lo material, que no los engañe mi ocupación de estudiante de arquitectura. Me refiero también a nuevas situaciones que introdujimos gracias al amplio desarrollo de nuestras capacidades y complejidades. Las relaciones humanas con todos sus matices, en un contexto de un mundo de pautas marcadas tan globalmente… es sublime. Y es todo nuestro el mérito. Las plantas y los animales nunca lo consiguieron, mothafacka!

Capaz ahora entiendan un poco mejor de donde nace mi exagerada desesperación por cosas que parecen tan triviales. Mi perfeccionismo me obliga a querer explotar al máximo cada cosa buena que tengo, así que imaginen lo que me provoca en esta proporción que hay en el mundo.


Acá les va un escrito viejo, made in Mel:

Fluyen muchas emociones dentro de mí. Alegría y gratitud por las cosas buenas y valiosas que tengo, incompletitud e impotencia por las que no, y aún más inquietud por aquellas que no me doy cuenta si quiero o no.
Quiero vivir todo. Ya. Que cada día sea distinto al anterior, sin saber que esperar del siguiente. Que me guíe la pasión y la despreocupación. Quiero gritar, correr, llorar, girar, reír, y volar. Por mi misma pero nunca sola.
Todos los que me rodean son míos y a la vez tienen un pedazo de mí. Cada persona distinta sacando de mí una nueva sensación. ¿Saben lo mucho que me significan? No quiero, no puedo dejar ir a ninguno. ¿Realmente necesito más? “El que mucho abarca poco aprieta.” ¿Hasta donde quiero abarcar, hasta donde apretar? ¿Para que estoy buscando si no se que quiero encontrar? Solo se que quiero sentirlo todo. Dar y recibir constante. Quiero vivir todo.


Y acá va uno nuevo. Lo escribí hoy mismo, mientras anochecía y esperaba a Nico en el parque de la facu, mirando a la gente pasar:

Quiero ver el mundo. La mayor cantidad posible de aspectos de él. Sentarme en un rinconcito y ver como se suceden toda clase de acontecimientos. Algunos para el olvido, otros que dan ganas de llorar pensando en que vayan a terminar, y también el inevitable lamento por aquellos que no podemos experimentar, o siquiera imaginar.
No me malinterpreten, también quiero ser un participante activo en él, quiero vivir el mundo también. Pero mi débil corazón no soporta tantas cosas juntas y a veces se olvida de lo bello que tiene todo lo que nos rodea. Necesita esa pausa, esa interrupción temporal para decir “…mierda…”
¿Cómo poder agradecer esto que me fue concedido?


¿Les resultó conocido? Cualquier similitud con los textos anteriores, es pura coincidencia :)