martes, 23 de noviembre de 2010

El amor I

Mi psicóloga madre, tratando de reconfortarme un poco en mi mal momento, se me acercó y me leyó un fragmento del libro Historias del Diván. Ocho relatos de vida, de Gabriel Rolón.
Yo hace mucho había indagado ya sobre esta cuestión, pero no había llegado a ninguna conclusión que me resultara certera. Bueno, está si me pareció serlo. Y ya quiero que empiecen mis vacaciones para leer el libro entero. Allá vamos.

     - Podríamos decir, aunque suene esquemático, que hay tres momentos en el desarrollo de un amor maduro: enamoramiento, desilusión y aceptación de la realidad.
     En el primer momento, el amado es alguien maravilloso, no tiene defectos, nadie es mejor que él, está terriblemente idealizado, casi endiosado. El amado se ve engrandecido y en cambio uno se va empequeñeciendo, hacia el punto tal de no poder entender cómo alguien tan perfecto se ha fijado en uno.
     En el segundo momento comenzamos a percibir algunas imperfecciones en la persona amada. Vemos que ante determinadas situaciones su carácter no es el mejor; que en algunas cosas se equivoca, y esos rasgos, que ya estaban pero que el enamoramiento nos impedía percibir, nos producen pena y desilusión y así como en el primer momento ya queríamos casarnos y estar juntos para toda la vida, en este segundo momento es probable que queramos que se vaya para siempre.
     - Entonces, ¿qué se debe hacer?
     - Reconocer que ambos momentos son engañosos, y que ninguno de los dos es el amor.
     - ¿Y qué es el amor, entonces?
     - El amor sería un tercer momento en el cual vemos al otro como es. Ni tan idealizado ni tan degradado. No es ni Dios ni el demonio. Disfrutamos de sus virtudes y aceptamos sus faltas. Y a pesar de ellas lo aceptamos y podemos ser felices a su lado. Recién ahí podemos hablar de un amor maduro con posibilidades de proyectarse en el tiempo de una manera sana. Porque la clave del amor, como me dijo alguna vez mi analista, está en reconocer los defectos del otro y preguntarse sinceramente si uno puede tolerarlos sin estar todo el tiempo protestando, y ser feliz a pesar de ellos.

7 comentarios:

  1. Buen textito, siempre lo vi de esa manera tambien. Por ahi uno cuando esta en alguna de esas etapas le cuesta mas abstraerse y ver las cosas con perspectiva, pero buen :P

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  2. Sí, al primer sentimiento fuerte te creés enamorado.
    Lo que me pregunto es, si así como se dice que se le tiene amor a la pareja y la familia, ¿se le puede decir a un amigo "TE AMO, CHABÓN"? Suena excesivo, pero hay veces que realmente uno le tiene mucho mucho aprecio a una persona por la que no siente atracción.
    Es como q empiezan a haber distintos matices en la propia palabra. Incluso decir "estoy enamorad@ de" suena mucho menos que decir "amo a".

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  3. En nuestro idioma puede sonar raro que yo un día venga y diga 'te amo pablo' (?), pero buen. En inglés está esa ambiguedad de que love es querer tmb, no se como hacen :P

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  4. Ahorra bastantes problemas.

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  5. Las mujeres por lo general en mi pasan directamente a la segunda etapa :(

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  6. Naa, seguro que no estarán aplicando psicología inversa? :P

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  7. Seguro :P






    Re garca el pibe xDD
    Joda maxi _hfaver

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